Dos preguntas éticas
La primera pregunta ética que se hizo mi
madre acerca de mi fue, ¿Si cometiera un
crimen yo la denunciaría?
Eso de crecer en familia de abogados tiene
sus pormenores, mi madre supongo que se abrumaba por las preocupaciones comunes
que he escuchado de algunos padres, vivir lo suficiente para presenciar cada
momento, tener el sustento suficiente durante toda la vida, tal vez que sus
cachorros humanos tengan que comer, en fin, esas cosas. Pero a la vez era una
joven profesional del derecho que escribió sobre el Estado y estaba dispuesta a
honrarlo sobre cualquier flaqueza personal.
Sabemos que levantar la bandera de padre y
más la de madre es desde los inicios de la humanidad una bandera que asegura
una curación en salud respecto a la moral, el sentido de la justicia, la
pertinencia de recibir los apoyos gubernamentales, los asientos en el transporte
público y la voz cantante de -usted no
sabe porque no tiene hijos-
Y como hijo, bueno… uno ve los
acontecimientos y una de las preguntas éticas con respecto a sus padres que le
vienen a la cabeza es, -¿se dará cuenta
que tal vez no sobreviva?-
El pasado miércoles en el Universal[1], una entrevista con Roberto Sabiano, (http://www.elpuercoespin.com.ar/2012/07/06/roberto-saviano/) periodista perseguido por la mafia Italiana a partir de la investigación
contenida en su libro Gamorra (2006)
reveló su opinión sobre México y el caso Ayotzinapa, comentando "para mi
incluso es muy difícil explicar México al mundo, porque siempre piensan que si
matan a alguien es porque estaba involucrado con la organización. Andaba en
malos pasos. La muerte de los estudiantes ha creado un caso porque son
inocentes"[2].
Su muy particular opinión sobre México toca puntos de vista impensables para
quienes habitamos el país "México sale de todas las categorías mentales,
de Colombia, Argentina, Perú, Venezuela. Ha cambiado la historia criminal de
nuestro tiempo"[3]
Según el artículo, Sabiano vio hace poco como
exoneraron en Italia al jefe de la mafia que le amenazó de muerte quitándole la
vida como la conoce y aún así, al autor de los libros más descriptivos de lo
impune ha sido sorprendido por nuestro sistema de justicia: "¿cómo es
posible que un país con un problema mafioso así de importante tenga un
presidente al que el mundo no le pregunta nada? (...) La cultura de la
violencia mexicana, del poder criminal es extraño"[4].
Toda una cultura de impunidad le sorprende
al autor de los libros más descriptivos de lo impune, al leerlo, me pregunté si
esa madre que me entregaría a la justicia si cometiera un delito, viendo en que
se ha convertido el Estado que defendió una y otra vez, me entregaría a esa
justicia; ¿aún creería ciegamente en un estado como este, un Estado asesino,
opresor y secuestrador?
Tiene poquísimos años que el partido verde
anunciaban su propuesta de cadena perpetua a secuestradores.
En el 2009, era muy mencionado el secuestro
en el país, "la privación ilegal de la libertad" (porque tristemente
hemos construido una manera LEGAL de quitarle al ser humano, aquello que
ni siquiera es de naturaleza solamente humana, aquello con lo que nace
cualquier ser vivo, un "derecho biológico" a la libertad) era el
terror en boga en esos tiempos y entonces... Llega el 2014 y el estado mismo se
enviste en secuestrador, salimos a la calle con la idea de que tal vez no
regresamos, cientos salen a marchar a las calles a decir que si desapareciéramos
también nos buscarían, ¿de verdad tu me buscarías? o lo que es lo peor, ¿de
verdad te buscaría? Te buscaría tal vez a
fines de la semana que viene porque tengo que entregar un proyecto en la
oficina, y luego bueno, beber unas copas, además para levantar un acta, aún
cuando me titulé, no tengo idea, me escudaría en decirte que tengo miedo, de
que también me lleven a mi, porque soy el cuerpo con vida que quisiera
regresarle a mi madre todos los días de aquí a que se muera. Pero sería una
excusa innecesaria, demasiado digna comparada con la verdad, pudiera ser que no
tenemos miedo, que más bien lo que no tenemos es tiempo, ganas, razones…
Pudiera ser que no queremos saber, porque
luego que sabemos nos quedamos sin palabras, y regresa ese dilema ético, ante
este Estado que no parece reflejar las características básicas de uno, ¿como le
diré a mi madre que tal vez desaparezca?, que tal vez seré entregada a la
justicia sin necesidad de cometer un crimen y que muy seguramente no me juzgará
el Estado del que ella escribió, construido sobre el derecho de todos y la
justicia igual. ¿cómo le dices a tu madre que tal vez no volverá a
verte?
[1] Pardo, J. (2014, 9 Diciembre). México es el Amazon de la droga
mundial. El Universal, p A16.
[2] Pardo, J. (2014, 9 Diciembre). México es el Amazon de la droga
mundial. El Universal, p A16.
[3] Pardo, J. (2014, 9 Diciembre). México es el Amazon de la droga
mundial. El Universal, p A16.
[4] Pardo, J. (2014, 9 Diciembre). México es el Amazon de la droga
mundial. El Universal, p A16
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